Carta a unos padres

Queridos papa y mama.

Acabo de salir de la enfermería, como siempre. No es poco que hayan maltratado a Draco, que ahora yo os doy otro disgusto, como siempre. No quiero que penseis que soy un niño irreflexivo que se lanza inconscientemente hacia el peligro solo por que le gusta hacerlo, sino más bien todo lo contrario, además, no iba a permitir que nadie que le ponga un pelo encima a mi hermano siga sonriendo en la vida.

Aquel que hizo daño a Draco, mi querido hermano, no volverá a dañar a nadie, me he encargado de hacerle pagar por lo que le hizo, por cada instante de dolor que le dio, a él, a vosotros, a mi, y a muchas criaturas inocentes. Es cierto, he muerto en el proceso, ha dolido, me ha quemado, pero nada podía pararme, mis compañeros, grandes amigos que me ayudaron en esta dura empresa, arriesgándo su vida, dando cada gota de su sangre por Draco, estaban ahi, sosteniendome, llevandome hasta mi último aliento.

Y ahora aquí estoy, escribiendoos esta lechuza, pensando en que haber recibido una maldición imperdonable, haber muerto realmente, es algo realmente agradable si piensas que con eso Draco va a vivir un poco más feliz, si piensas que ese rastrero y maldito ser comparte cama con los gusanos, con la podredumbre...

Recientemente he conocido al gran Newton Scamander, un hombre realmente prodigioso. Voy a aceptar vuestro ofrecimiento por mi cumpleaños y, si me lo permitiis voy a emprender una búsqueda por Albania, Ucrania y Rumanía, los dragones me esperan, y me llevaré a Walburga, mi hermana dragón, si vosotros estais de acuerdo. Es cierto que necesito alejarme una temporada de todo esto y ser libre por una vez, sin tener que preocuparme de salvarle la vida a cientos de alumnos y profesores.

Gracias Lucius, gracias Narcisa, gracias Draco, por la vida que me disteis, por aquel en quien me convertisteis, por seguir a mi lado.

P.D. - Narcisa, he visto a Regulus.

Os quiero a todos.